William Hogarth
Ejecución resuelta, con el trazo rápido y tembloroso del grabado al ácido. Imitando, sin embargo, las formas del grabado de reproducción, su retícula y el virtuosismo del buril, utilizado solamente en los textos. Hogarth adoptaba las convenciones del grabado de reproducción invirtiéndolas: sus pinturas se hacían para ser reproducidas por sus grabados, con los que hacía realmente el negocio y la fama. Este grabado no empezó con el dibujo de una cabeza. Las cabezas son el relleno del hueco de las pelucas. La peluca ocupa el lugar del rostro, la moda inscribe los valores de lo inmutable y los poderosos son representados como villanos. Cada orden de pelucas corresponde tanto a un estamento social como a un orden de la arquitectura palladiana, de moda en la época.